El Puente Está Quebrado

... ¿Con Que Lo Curaremos?

Este proyecto surgió hace más de 10 años a partir de la necesidad de restituir el derecho a la educación a niños, niñas y adolescentes que se encuentran fuera de la cobertura educativa en el territorio.Un punto esencial en este proyecto es la integración de los padres en el proceso de reescolarización. En muchos casos, los participantes del programa provienen de familias disfuncionales, que tienen que vivir en condiciones de vulnerabilidad. 

 

El programa además, de apoyo escolar para los niños, niñas y jóvenes, también brinda un apoyo psicosocial y pastoral permanente. Buscando a su vez ofrecer herramientas para mejorar la calidad de vida de sus familias. Brindando un acompañamiento nutricional y atención médica básica e higiene oral, con el fin de fomentar buenos hábitos y desarrollar entornos saludables que propicien la participación activa en los diferentes procesos sobre el cuidado de la salud.

Es importante para nosotros, mantener un espacio para la atención de estos niños, niñas y adolescentes que se encuentren por  fuera del sistema escolar, pues los diferentes flagelos que los  golpean, como la  deserción escolar, trabajo a temprana edad, desplazamiento, entre otras problemáticas, no pueden seguir siendo obstáculos para garantizar el derecho fundamental de la educación. Por eso, la fundación Madre Herlinda, con el apoyo de Missio, apuesta a una formación integral con este proyecto, reafirmando las palabras de nuestra mentora “La Educación es un camino para el progreso y la Igualdad”. La educación humaniza, es en esencia, pieza fundamental en el engranaje del desarrollo humano, tanto en sus aspectos formales o materiales como en los internos o espirituales; con una orientación hacia el futuro. Actualmente trabajamos con 50 niños,  niñas y adolescentes entre los 8 y 16 años de edad, con quienes trabajamos aproximadamente un año para que logre su nivelación y los acompañamos en su reinserción al aparato educativo con el apoyo de la Institución Educativa Bonaire de Pasacaballos. 

En el 2011 logramos realizar una alianza con la Corporación Infancia y Desarrollo quienes aportaron a nuestra experiencia una metodología flexible para implementar con  la población, logrando un impacto positivo alcanzando la transición de muchos de estos niños y niñas a aulas regulares en las instituciones educativas del corregimiento.

Este proyecto surgió hace más de 10 años a partir de la necesidad de restituir el derecho a la educación a niños, niñas y adolescentes que se encuentran fuera de la cobertura educativa en el territorio.Un punto esencial en este proyecto es la integración de los padres en el proceso de reescolarización. En muchos casos, los participantes del programa provienen de familias disfuncionales, que tienen que vivir en condiciones de vulnerabilidad. 

El programa además, de apoyo escolar para los niños, niñas y jóvenes, también brinda un apoyo psicosocial y pastoral permanente. Buscando a su vez ofrecer herramientas para mejorar la calidad de vida de sus familias. Brindando un acompañamiento nutricional y atención médica básica e higiene oral, con el fin de fomentar buenos hábitos y desarrollar entornos saludables que propicien la participación activa en los diferentes procesos sobre el cuidado de la salud.

Es importante para nosotros, mantener un espacio para la atención de estos niños, niñas y adolescentes que se encuentren por  fuera del sistema escolar, pues los diferentes flagelos que los  golpean, como la  deserción escolar, trabajo a temprana edad, desplazamiento, entre otras problemáticas, no pueden seguir siendo obstáculos para garantizar el derecho fundamental de la educación. Por eso, la fundación Madre Herlinda, con el apoyo de Missio, apuesta a una formación integral con este proyecto, reafirmando las palabras de nuestra mentora “La Educación es un camino para el progreso y la Igualdad”. La educación humaniza, es en esencia, pieza fundamental en el engranaje del desarrollo humano, tanto en sus aspectos formales o materiales como en los internos o espirituales; con una orientación hacia el futuro. Actualmente trabajamos con 50 niños,  niñas y adolescentes entre los 8 y 16 años de edad, con quienes trabajamos aproximadamente un año para que logre su nivelación y los acompañamos en su reinserción al aparato educativo con el apoyo de la Institución Educativa Bonaire de Pasacaballos.

En el 2011 logramos realizar una alianza con la Corporación Infancia y Desarrollo quienes aportaron a nuestra experiencia una metodología flexible para implementar con  la población, logrando un impacto positivo alcanzando la transición de muchos de estos niños y niñas a aulas regulares en las instituciones educativas del corregimiento.